El mes de febrero, el segundo mes del año, se caracteriza por ser el más corto de los 12. Si no es bisiesto, como es el caso de este 2023, en 28 días hay que cambiar la hoja del calendario. Todo está más apretado y en el mundo del fútbol no podía ser menos. Especialmente con este calendario diabólico que persigue a los clubes y que unos sufren más que otros. Uno de los que peor lo está pasando y lo va a pasar es el Real Madrid, que tendrá que jugar entre el día 2 y el 28-1-2 de marzo, los blancos jugarán la friolera de nueve partidos y muchas de las opciones de acabar la temporada con títulos.
Todo empezará este mismo jueves disputando ante el Valencia el duelo aplazado por la Supercopa de España que se celebró en Arabia Saudí a principios de enero. Los blancos reciben en el Bernabéu a los valencianistas en un encuentro no donde no pueden fallar. El domingo viajarán a Mallorca para seguir centrados en la competición doméstica, mientras que a la próxima semana jugarán otros dos partidos, miércoles y sábado, pero esta vez de un Mundial de Clubes que se celebrará en Rabat.
A mitad de mes, el día 15, el Real Madrid recibirá al Elche en el estadio Santiago Bernabéu, mientras que ese fin de semana tendrá que afrontar una visita dura contra Osasuna. El 21 de febrero hará acto de presencia la Champions y comenzará el rock and roll de verdad. Primero, los de Ancelotti se medirán al Liverpool en Anfield en el encuentro correspondiente a la ida de los octavos de final de la máxima competición continental. Posiblemente el sábado 25, el Atlético visitará el Bernabéu en Liga, mientras que el 28, 1 o 2 de marzo será el Barcelona el que se presente en el coliseo madridista para jugar la ida de las semifinales de la Copa del Rey.
Por lo tanto, el Real Madrid jugará nueve partidos de máxima exigencia en 29 días, lo que equivale a jugar un partido cada 3,2 días. Un calendario frenético donde Ancelotti y su cuerpo técnico deberán estar muy acertados para dar con la tecla en todo momento.
